Simplemente usando un par de cucharadas de sangre, científicos has conseguido obtener en el laboratorio vasos sanguíneos funcionales en apenas una semana. Para añadir más sorpresa a la noticia posteriormente un equipo médico ha conseguido trasplantar con éxito estos vasos en tres niños que necesitaban un “bypass”. Ahora que se ha demostrado la seguridad y eficacia de este rápido método, los médicos pueden empezar a aplicar esta novedosa técnica para tratar a pacientes con enfermedades vasculares, las cuales afectan alrededor de 25 millones de personas en el mundo. El artículo se ha publicado en la revista EBioMedicine.
Hace 3 años, el profesor en biología de trasplantes Suchitra Sumieran-Holgersson y el cirujano Michael Olausson, ya consiguieron hacer crecer una vena para un paciente que carecía de conexión entre el hígado y el tracto gastrointestinal. Para realizar esta proeza, el dúo primero tubo que obtener una cuantas células madre, así que tuvieron que taladrar el hueso del paciente hasta llegar a su médula ósea para poder aislarlas. Usando las propias células del paciente es importante para reducir casi por completo el rechazo por parte del sistema inmune del paciente.
Aunque el tratamiento fue un éxito, el equipo tardo un mes en generar esta vena “personalizada” y además el procedimiento de extracción de médula es un procedimiento bastante desagradable y doloroso. Con la idea de que la técnica se podía mejorar, decidieron extraer células madre de muestras de sangre. Solo se extrajeron 25 mililitros de tres niños diferentes para este nuevo estudio, los cuales carecían de la misma vena que el primer paciente.
Después de aislar las células necesarias de las muestras, el equipo las uso para repoblar un “andamio guía” vascular, obtenido de un donante, al cual se le habían eliminado sus células. Remarcable el hecho de que estas células madre solo precisaron una semana para repoblar estas 3 estructuras dando como resultado venas “personalizadas”. Este crecimiento acelerado se dio debido a la propia sangre utilizada ya que esta contiene factores promotores del crecimiento. Entonces se trasplantaron las nuevas venas en los niños, las cuales permitirían una colaboración correcta y eficaz entre hígado y el tracto gastrointestinal. 2 de los niños tratados respondieron correctamente y siguen progresando sin problemas pero el tercero sigue bajo observación periódica para asegurar el éxito del tratamiento.
“Creemos que este avance tecnológico puede llevar a la expansión del uso de este método para que sea utilizado en diversos pacientes, como los que sufren de varices o infarto de miocardio, ambas dolencias precisan de una “sustitución” de venas”, afirmo Sumieran-Holgersson al anunciar el avance. “Nuestro sueño es conseguir capacidad para hacer crecer órganos completos como modo para paliar la falta de donantes de órganos y la creciente demanda”.
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