Antes de que la vacuna contra la poliomielitis creada por Jonas Salk en 1955, había una media de 350.000 casos cada año. Gracias a concienzudas campañas de vacunación con el fin de erradicar de una vez por todas esta enfermedad, esta cifra se ha reducido un 99% en los últimos 30 años, dando solo 650 casos en 2011 y 416 documentados el año pasado. Aunque se estaba cerca de su erradicación total, en los últimos años se han registrado epidémias significativas como la acaecida en Congo y Tayikistán el año 2010 o en China el año 2011. El brote congolés fue excepcional al presentar una letalidad que rondaba el 47%: de los 445 casos confirmados en el país africano, cerca de 210 fallecieron.
En un principio los científicos achacaron la magnitud del brote a una falta de vacunación. Pero, sin embargo, la causa parece ser muy diferente y más preocupante. Después de diversas investigaciones y estudios, se concluyo que el ratio de vacunación era suficientemente elevado como para que se diera una epidemia de estas magnitudes, especialmente en adultos. El Poliovirus se transmite normalmente por contacto con las heces de un paciente infectado, por lo tanto la aglomeración de gente en las ciudades y la falta de acceso a agua limpia podrían haber contribuido en la expansión del virus. Aún así no era suficiente motivo para tal brote.
A principios de año, un equipo formado por investigadores del IRD identificaron la cepa causante del brote y secuenciaron su información genética (en este caso ADN) descubriendo para su sorpresa que esta información presentaba dos mutaciones poco habituales en las proteínas que forman el “manto” del virus. Resulto ser un tanto similar a otra cepa mutante que se identificó en Angola el año 2009. Jan Felix Drexler, de la Universidad de Bonn, lidero el equipo de investigación cuyos resultados se han publicado en Proceedings of National Academy of Sciences.
Los científicos decidieron analizar la resistencia de esta variante de poliovirus ya que al parecer, esta evolución complica el trabajo a los anticuerpos que produce el sistema inmunológico del paciente vacunado, que dejan de identificar la cepa vírica.
Los investigadores tomaron muestras sanguíneas de 60 voluntarios previamente que habían sido vacunados y vivían en el país vecino, Gabón, donde se encuentra instalado parte del equipo de investigadores. La sangre fue expuesta a diversas cepas de Poliovirus dando unos resultados preocupantes. Los anticuerpos no funcionaban correctamente al enfrentarse a la nueva cepa mutante. Así descubrieron que sus anticuerpos eran menos efectivos contra la cepa del Congo que frente a otras cepas de poliovirus. Los investigadores calculan que, durante la epidemia de 2010, entre el 15 y el 30 % de la personas vacunadas contra el virus no estaban protegidas debido a la resitencia del patógeno.
El equipo de Drexler avisa de que podría haber diversas cepas mutantes esparcidas por el mundo, por lo que los investigadores y los servicios médicos deberian estar preparados y atentos.
Gracias al duro trabajo realizado a lo largo de estos últimos treinta años, la poliomielitis es endémica únicamente en Afganistán, Pakistán y Nigeria. Aun y así, los brotes sufridos estos últimos años en China, Tayikistán y República Democrática del Congo nos recuerdan, que las infecciones se pueden desplazar por todo el globo. El descubrimiento de esta nueva cepa resistente a la vacuna sin duda dificultará el trabajo. No queda mucho para su erradicación total, pero mientras siga ahí fuera seguirá suponiendo un peligro, especialmente en el momento en el que “decida” mutar.
Muy interesante, gracias
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