
La técnica podría aumentar el número de corazones disponibles para transplantes, en parte porque permite que las células humanas crezcan sobre estructuras cardíacas procedentes de otros animales, como los cerdos, animales que han aportado mucho a nuestra medicina. Además los tiempos de espera para un transplante se reducirían inmensamente: ya nos sería necesario buscar un donante compatible con el receptor. Todo órgano se podría hacer compatible de manera artificial siguiendo esta técnica de "destructuración" del tejido.
Un proceso similar de ingeniería ha tenido éxito con órganos huecos más sencillos como vejigas, pero la formación de un corazón a partir de su "plano" proteico aún necesita ser perfeccionada. El desafío principal consiste en coreografiar el crecimiento de las laberínticas redes vasculares y las células especializadas, que deben actuar simultáneamente para producir no solo un latido, sino los que sustentan toda una vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario