James Harrison |
Cuando el protagonista de esta historia empezó a donar sangre, la enfermedad de Rhesus causaba la muerte de miles de bebés cada año. En el mejor de los casos, los recién nacidos sufrían problemas cerebrales de por vida.
Es uno de los miles de donantes que han colaborado en este proyecto pero indudablemente James Harrison, también conocido como el hombre del brazo de oro, es de calle uno de los mayores colaboradores. Ha realizado más de 1.000 donaciones durante toda su vida y se estima que solo estas donaciones (excluyendo las de otros miles de donantes) han salvado la vida a más de dos millones de bebes.
Premiado con el título honorífico de “hombre con el brazo de oro” por su servicio extraordinario a la comunidad, así como la Orden de Australia (su país natal), el cuerpo de James Harrison ha generado enormes ventajas a la comunidad científica. La inusual composición de su plasma sanguíneo se ha utilizado para hacer un tratamiento para la enfermedad de Rhesus. Con unos extraños anticuerpos obtenidos de su sangre, se consigue elaborar una vacuna que se inyecta en las mujeres embarazadas (la Inmunoglobulina RHo (D)), la cual salva a miles de bebes de la enfermedad y de las secuelas sufridas en el hipotético caso de que el neonato sobreviviera al parto.
Sin embargo, para algunos expertos, si bien la contribución de Harrison es destacable, no tiene tanto de extraordinario. Por ejemplo, el jefe de la División de Inmunohematología del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña (BSTCAT), el doctor Eduardo Muñiz-Díaz, ha señalado que :
"sólo es Rh negativo, nada más. Este hombre es sólo una de las miles de personas en el mundo con Rh negativo que, de forma voluntaria, son inmunizadas para que creen anticuerpos en el plasma. Más tarde, ese mismo plasma es el que utilizan las farmacéuticas para fabricar la gammaglobulina anti D, o vacuna anti D, que evita la aparición de la enfermedad de Rhesus en los niños con un Rh incompatible con el de su madre. (...) Probablemente la noticia es que a este australiano le hayan homenajeado por ser el donante más viejo o el que más veces ha donado, pero en ningún caso ha salvado el solo la vida de 2, 2 millones de niños."
Es posible que el jaleo montado alrededor de Harrison sea debido a sus premios y honores . Obviamente no ha sido él solito el salvador de todos estos niños, pero ni a él ni a ninguno de los millones de donantes de sangre que hay en el mundo, se les puede quitar ningún mérito. Además cuantos más donantes mejor.
Desde Un gato en el diván animamos a todo el mundo a seguir el ejemplo de Harrison (y miles de persona más) y a hacerse donante de sangre (obviamente nosotros lo somos).
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