La lluvia de meteoros o de estrellas fugaces (como se conoce popularmente) de las Líridas, es un acontecimiento impredecible en cuanto al número de meteoros por hora que se puede ver cada año. No obstante, está considerada junto a las lluvias de las Perseidas, Leónidas y Cuadrántidas una de las más espectaculares del año. El radiante de las Líridas (lugar del cielo de dónde parecen partir los meteoros) se produce en la constelación de la Lyra. La lluvia puede ser observada desde el 16 al 25 de abril, con máxima actividad la noche del 22 al 23. Es recomendable, ya que el máximo puede oscilar, observar la noche del 21 al 22 y del 22 al 23 de abril.
El número de meteoros por hora tiene una media de 18, aunque en ocasiones se alcanza el máximo de 200, como en 1982. Si ello se produce, estaríamos viendo una lluvia que rivalizaría con las más vistosas e importantes de cada año. Los meteoros de esta lluvia suelen ser brillantes. Estos meteoros con velocidad moderada entran en nuestra atmósfera a unos 49 km/s o lo que es lo mismo, a 175.000 km/h. Los meteoros se hacen visibles en una primera toma de contacto con la atmósfera a 100 km de altura y suelen desaparecer cuando alcanzan los 50 km de altura. Dependiendo del tamaño y masa del objeto podrá acercarse más o menos al suelo antes de desintegrase.
Los meteoros provienen de las partículas diminutas de hielo y rocas que deja en el espacio en su viaje alrededor del Sol, el cometa C/1861 G1 (Thatcher), descubierto en el año 1861. Los meteoros, son del tamaño de un grano de arena, de una lenteja o un garbanzo en el mejor de los casos, aunque pudiera dar el caso de partículas mayores, que brillarían más que el planeta Venus, que es el objeto celeste más brillante tras el Sol y la Luna.
Dicho cometa emplea en girar en torno al Sol 415 años aproximadamente, por lo que es considerado de largo período. La última y máxima aproximación del cometa con respecto a la Tierra ocurrió el 5 de mayo de 1861 y la máxima aproximación al Sol, ocurrió el 3 de junio del mismo año. Tengamos en cuenta que normalmente las lluvias meteóricas más espectaculares se producen cuando el cometa progenitor ha pasado recientemente, ya que carga el espacio de nuevos materiales que cruza la Tierra.
El inconveniente de este año para disfrutar con plenitud del espectáculo, es la luz de la Luna, que le faltarán unos 4 días para convertirse en Luna llena, por ello es conveniente empezar a observar la lluvia los primeros días del comienzo, el día 16 de abril, ya que la Luna estará en fase de creciente.
Recomendaciones para la observación:
1.- Debemos alejarnos de las luces de las ciudades y adentrarnos en zonas muy oscuras, con ello sacaremos el mayor provecho de la lluvia y veremos estrellas fugaces más débiles.
2.- No debemos mirar siempre hacia la constelación de Lyra que empezará a aparecer por el horizonte sobre las 0 horas del día 16 al 17.Las estrellas fugaces aparecerán por todo el cielo.
3.- La forma más cómoda de ver la lluvia, es utilizar una tumbona.
4.- Llevar comida, bebidas, ropa de abrigo, mantas, linterna de luz roja, ya que con esta luz no nos deslumbraremos, y otra linterna de luz blanca para poder acomodarnos y utilizarla tras finalizar la observación.
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