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jueves, 12 de julio de 2012

Al rescate de la ciencia española


Un joven científico español, Francisco Hernández, lleva recaudadas desde Londres 80.000 firmas para que se cree una casilla de apoyo a la ciencia en la declaración de la renta. A través de su blog de divulgación anima a la gente a votar para que se pueda dedicar un 0,7% de los impuestos a la investigación científica. Dice que la idea se le ocurrió tras unir dos noticias recientes: el último recorte por el gobierno de 600 millones de euros para I+D y la publicación en el BOE de la partida que se lleva la Iglesia Católica en la recaudación del IRPF.


Hernández cree que la ciencia española “empieza a estar en estado crítico y ante esta situación dije, quizá más como protesta que como propuesta concreta, que lo que la ciencia necesitaba era una casilla de apoyo a la ciencia en el IRPF”. Para el joven científico, ya que “la gente que nos gobierna no quiere dar ese dinero a la ciencia, demos la oportunidad a los ciudadanos de decidir si quiere que un 0,7% de su IRPF vaya a la ciencia”.


El científico considera que esta medida no debería ser una alternativa a la partida que tendría que asignarse a la ciencia. Además, pide desde su blog que los ciudadanos pregunten a diputados y senadores de su provincia lo que piensan hacer por la investigación.


A ver que pensáis.

martes, 3 de julio de 2012

Amor cuántico o..... la ciencia del amor



Os traigo mi modesta opinión sobre un libro cuya primera edición es de enero de este año: "Quantic love" de Sonia Fernández-Vidal. Es una autora razonablemente joven (1978) doctorada en física, en el campo de la información y óptica cuántica por la Universiat Autonoma de Barcelona. Antes de dedicarse a la escritura colaboro con laboratorios del calibre del CERN, el LANL o el ICFO. En la actualidad ha dejado de lado la investigación y se dedica exclusivamente a la literatura.

Su segundo (y último) libro, "Quantic Love", es la historia de un triangulo sentimental ambientado entre las 4 paredes de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). Es una "ñoñeria" adolescente más, con un innovador aliciente: LA CIENCIA.

La originalidad de la ubicación y de los personajes contrarresta la poca originalidad de la historia y la previsibilidad de su final; Es la única novela adolescente y romanticona (de la que tengo yo constancia)que está ambientada en un gran laboratorio y que tiene como vértice del triangulo amoroso a un científico. Indudablemente, es una innovación arriesgada debido a las sensaciones que la ciencia despierta en la mayoría de jóvenes.

La novela está repleta de curiosidades, anécdotas, frases e historietas científicas, lo cual da a la lectura un aliciente de interés (especialmente si se siente curiosidad por la ciencia). A parte de ser una lectura entretenida, es instructiva. Los conceptos científicos usados están muy bien explicados; la señorita Fernández-Vidal tiene una gran maestria para enseñar y, como alumno universitario de una carrera de ciencias (Biotecnologia) que soy, me encantaria que hubiera profesores como ella en la universidad.

Sonia Fernández-Vidal
El final del libro es más que previsible pero, no se como, consigue mantenerte enganchado al libro. Yo no soy mucho de novelas románticas pero este libro me engancho hasta llegar al punto de leerme sus 235 páginas en un solo día. Es un libro que recomiendo encarecidamente, os guste la ciencia o no. Después de la lectura seguro que veréis con nuevos ojos la ciencia y descubriréis lo fascinante que puede llegar a ser cuando se explica con amor.

Presiento que "Quantic love" tendrá el mismo éxito que el primer libro de Fernández-Vidal titulado "La puerta de los 3 cerrojos". Sin ninguna duda se lo merece.

Como dijo Bertrand Russell: "Sin ciencia, el amor es impotente; sin amor, la ciencia es destructiva."

Batalla de versos



Estrenare el blog hablando de la apasionante guerra literaria que mantuvieron Francisco de Quevedo y Luis de Góngora. Los poemas creados durante esta intensa batalla de ingenio son brillantes a la par que maliciosos.

Se inició todo cuando llego a los oídos del maestro Góngora que circulaban ciertos poemas que imitaban o parodiaban los suyos propios escritos bajo el seudónimo "Miquel de Musa". El poeta cordobés detectó con rapidez como el joven Quevedo minaba su reputación y ganaba fama a su costa, de forma que decidió atacarlo con una serie de poemas; Quevedo no dudo en aceptar el duelo y contestó. Así dio comienzo una gran enemistad que duró hasta la muerte del cisne cordobés (Góngora), quien dejó en estos versos constancia de la deuda que Quevedo le tenia contraída.

No es fácil entender todas las referencias, pero le ingenio burbujea en cada verso. Todos los insultos posibles se cruzan entre metáforas audacese ingeniosas asociaciones, llevando la lengua castellana a los extremos más extremos y expresivos del conceptismo.

Los más famosos autores del Barroco español demostraron que el insulto y la burla, se podian llevar acabo desde la elegancia, la sutileza y el arte. A continuación el poema "A una nariz"; un regalo de Francisco de Quevedo a su "amigo" Góngora.




A UNA NARIZ


Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.


Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado

Érase un espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egipto;
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.